En otro tiempo decíamos: no existe el color. Existe la luz, existe la textura y la temperatura de los materiales. El mundo era una bodega gris tratando de corresponder al holograma adentro de la pupila. (Pero) podíamos (y queríamos) distinguir perfectamente la representación, del objeto: asumirlos simultáneamente, desplazarte a tientas por el mundo sin luz, no confiando del todo de aquellas manchas pulsando terminaciones nerviosas inside you.
En otro tiempo, por diversión, descendíamos de la alucinación y hacíamos el amor en ese lugar de siluetas opacas.
el edificio gris.
Now am stuck (t)here
o eso dice el polvo.
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