No puedes antropomorfear las cosas a tu conveniencia. Unas cervezas no se le atraviesan a nadie, los gatos no deciden por ti y no es que los libros lleguen o no lleguen o se tarden… Hay que tejer mascarillas, hacer modelados con plastilina verde. Reitero la pregunta: ¿cómo saber si no hay más de un invasor en el cuerpo y simplemente no podemos comunicarnos? Aün más, ¿cómo saber que uno mismo no es el invasor? He tenido esta duda por años. Y sólo hay un modo de averiguarlo, pero, ¿seré capaz? Yo busco su capacidad para apreciar la belleza en el mundo, el gusto humano por la unidad y la forma. La busco y no sé si ella me busca a mí.